Hola a tod@s,
Hoy os traigo un elopement muy romántico y aunque es una sesión de inspiración el amor y el cariño entre los modelos es real ya que son pareja en la vida real. Esta colaboración fue iniciada por la fotógrafa de bodas francesa Anaïs Josien que tenía ganas de crear una bonita sesión fuera de Francia.
Tras la propuesta el equipo se formo rápidamente y la ubicación elegido fue la Hacienda San Sebastián, ubicada en el municipio de La Orotava, en Tenerife. Se trata de una vasta propiedad cuya construcción principal es una mansión canaria de mediados del s. XVIII. Para la coordinación del shooting se hice cargo la wedding planner Gabrielle Konali, proponiendo una paleta de colores especialmente pensada para evocar el romanticismo de la época victoriana introduciendo como color principal el burdeos, un color que inspira intensidad y elegancia, especialmente junto a elementos dorados. Para contrarestar incorporaron el rosa empolvado y el blanco roto, creando así un efecto más delicado. Además añadieron pequeños golpes de colores vibrantes como las butacas añil junto a la mesa del banquete para resaltar la madera oscura e iluminar la posición.
¿Queréis conocer la historia detrás de este shooting? ¡Pues os va encantar!
Érec y Celine eran de Orleans, pero sentían que necesitaban marcharse y dar un nuevo rumbo a sus vidas.
Ella ya no tenía a sus padres consigo, él no tenía buena relación con los suyos y la mayoría de sus amigos habían emigrado a otros países por motivos profesionales. Cuando se prometieron, no tenían a nadie cerca con quien compartir esa alegría, así que decidieron que había llegado el momento de buscar un lugar hermoso en el que comenzar de cero.
Así fue como decidieron trasladarse y darse el sí quiero en las Islas Canarias.
Hay cierta nostalgia en el ambiente mientras se preparan. Celine revisa el joyero de su madre y se pone un par de sus antiguos pendientes para sentirla un poco más cerca; Érec, por su parte, piensa en que no quiere cometer los mismos errores que sus padres en su relación.
Pero cuando se ven de nuevo, ya listos para la ceremonia, todos los malos pensamientos y la melancolía se desvanecen. Sólo hay amor en sus ojos.
Una felicidad casi indescriptible les embarga. Han sido muchos cambios importantes en un corto periodo de tiempo, muchas decisiones que, aunque daban miedo, han tomado con valor y, sobre todo, con confianza. Porque saben que, si se tienen el uno al otro, todo saldrá bien.
No necesitan nada más (rien de plus).
La preciosa ceremonia que habéis podido ver incluía elementos del rito celta, como el handfasting (unión de manos que representa la unión de almas de la pareja) y la forma circular en el suelo de la ceremonia, símbolo que hace referencia a la eternidad.
Toda la puesta escena en cuanto a decoración y flores fueron obra de Deko y Las Libélulas Flowershop. La novia lucía un look muy romántico de la firma Rosa Clara y el novio un traje de Protocolo Novios de Geyma Alta Costura. La peluquería y el maquillaje han sido obra maestra de Laura Pinto y Hecttor Rodriguez y las preciosas alianzas que habéis podido ver son de la firma Alianzas Pedroro.
Javier
enero 15, 2019No conocía es blog. Son geniales los artículos y el buen gusto en las fotos