¡¡Hola!!

Bueno, buenoooo, con las ganas que tenía yo de hablar de mi boda a los cuatro vientos, ¡¡y va Diana y me deja un espacio en su blog!! ¡¡Insensata!! ¡No sabes lo q has hecho! Ahora hablaré y hablaré hasta desgastar mi teclado, ¡jaja! Está bieeen, trataré de controlarme, aunque no prometo nada… 😉

Mejor empiezo presentándome, ¿no? Me llamo Ester, soy de Salamanca ¡y estoy feliz como una perdiz! Feliz de haber encontrado al hombre de mis sueños ¡y feliz porque voy a casarme con él! (lo siento, chicas… ¡¡Es mío y ya no lo suelto!! 😉 )

Nuestra historia es muy curiosa, ya que mi prometido (¡Huy, qué serio suena esto! Mejor le llamaremos Mr. E) y yo nos conocimos en el instituto a la tierna edad de 16 años. Yo era una bruja piruja disfrazada de «niña buena» recién salida del cole de monjas. Él iba de malote-heavy, siempre vestido de negro y con cara de pocos amigos (lo q yo he terminado por llamar «la mirada del tigre»), pero bajo esa apariencia de tipo duro, era (y es) un cachito de pan… ¡Hay que ver lo que nos gustan los «chicos malos» a las «niñas buenas», ¿eh?! 😀

Pues así fue como me volví loquita por sus huesos (¡y él por los míos, jeje!). El caso es que mientras fuimos amigos en el instituto, aunque nos gustábamos, la cosa nunca pasó de un tonteo y unas chispas. Terminamos el bachillerato y las circunstancias hicieron q no volviéramos a vernos ¡en 5 años!, pero después de ese tiempo nos reencontramos y descubrimos que los dos seguíamos sintiendo ese «no sé qué que qué sé yo». Ninguno de los dos queríamos tener pareja estable en ese momento, pero el amor no entiende de planes, así que hicimos una bolita con esa idea de soltería, la tiramos a la papelera, empezamos a salir juntos y… ¡hasta hoy! 🙂

Por eso me gusta decir que nuestra historia es como la de Ross y Rachel (dos de los protagonistas de la mítica serie Friends, una de nuestras favoritas. Si no la has visto nunca, tu vida no tiene sentido, ¡hazme caso!), porque ellos se conocieron en el instituto, pero no pasó nada entre ellos hasta años más tarde, y (spoiler alert) ¡¡al final terminan juntos!! ¡Qué bonito final de Hollywood! 😀

¡Anda, mira lo que ha pasado! Por intentar controlar mi diarrea verbal, ahora me ha salido un post súper cortito! Bueno, no pasa nada, ¿no? Dentro de poco os contaré muuuuchas cositas más: la pedida de mano (mezcla perfecta de sorpresa romántica y película de risa), cómo se lo contamos a las familias y sus reacciones, la elección del lugar, el menú,  los zapatos (¡horror de los horrores!), los anillos, los trajes,… ¡Ay, qué de cosas, madre! Que no se agobie nadie, ¿eh? ¡Que al final da tiempo a todo, ya veréis!

¡Hasta la próxima! 🙂

Ester

¿Hablamos?

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