Después de meses desaparecida entre preparativos y mudanza , aquí me tenéis de nuevo.
Pregunté a mis chicas de la comunidad de novias que por dónde querían que empezara a contar mi boda y una de ellas me dijo que aunque fuera ñoño que hablara de Sentimientos y es perfecto para empezar.
Y es que solo puedo decir que me siento FELIZ
Mucha gente te pregunta una vez que te casas que si te sientes diferente, y al menos yo puedo decir que sí. Me siento contenta, satisfecha, alegre, como si me hubiera quitado una gran carga de encima. Soy una persona nueva.
El propio día de la boda, estaba super tranquila. Tan nerviosa había estado con los preparativos, que cuando los días antes pude dejar todo preparado, me di cuenta de que no tenía que estar nerviosa, todo era tan cual yo quería , así que el día de mi boda simplemente disfruté.
Me sentí muy arropada por la gente, sobre todo por mis amigas, me lo pasé muy bien cuando me vinieron a vestir, y también me hicieron llorar cuando me leyeron una carta en la iglesia . Me prepararon un montón de sorpresas, en definitiva se lo curraron un montón.
Recuerdo cuando me bajé del coche y allí, en la puerta de la catedral, estaba Luisfer, aun más guapo de lo que nunca hubiera imaginado. Abrió la puerta del coche y me dió un beso en la mejilla que me llenó de paz. Durante todo el día, cada vez que me daba la mano, cada vez que me miraba o me susurraba al oído, me hizo sentir en una nube, como si sólo estuviéramos él y yo y el resto no importara.
Entró Luisfer a la iglesia con nuestra princesa delante y su madre del brazo y después recorrí yo el camino al altar. No pude por más de pararme en medio del pasillo a dar un beso a mi abuela , sin apenas poder aguantar las lagrimas de emoción.
La misa que siendo en una catedral y con un cura mayor parecía que iba a ser super aburrida y fue al contrario, yo pensaba que el cura nos echaba porque no me podía aguantar la risa en mi propia boda. Para mí será una misa memorable de lo que nos divertimos todos. La ilusión que me hizo cuando por sorpresa nuestra pequeña subió con su madre e hizo una petición por sus titos, la queremos con locura.
Fue un día de reencuentros con amigos que hacía años que no veíamos pero que eran un pilar en nuestras vidas. Un día cargado de caricias, besos y muchas risas.
Pero no todo acabó con la el día B, las emociones afloraron los días siguientes cuando nos iban llegando los mensajes de la gente agradeciendo lo bien que lo habían pasado y todos lo detalles que habíamos preparados para la boda. Mensajes de mi cuñada y de mi prima Inma, que es la hermana que nunca tuve, hicieron que llorara como una niña pequeña.
Por eso días después de la boda puedo decir que me siento más enamorada que nuca y muy agradecida por haber podido compartir con toda la gente que nos quiere este día.
GRACIAS A TODOS POR ALUMBRAR NUESTRO DÍA
Fotógrafo: Jose Angel Barbero