Renovación de Votos en Escocia
Hola a todos,
Hoy os vengo con un reportaje (que realidad es una historia más que un reportaje) que tengo en mis manos desde hace semanas y la verdad es que estoy deseando compartir con vosotros. Tengo una gran debilidad por Escocia desde hace dos años que tuve la suerte de poder recorrer durante una semana los Highlands y algunas de sus ciudades más emblemáticos, como Edimburgo e Inverness. Así que imaginaros mi cara de felicidad cuando los fotógrafos Aida y Victor me llamaron por teléfono, diciéndome que les gustaría publicar esta postboda/renovación de votos en mi blog.
Las protagonistas de esta bonita historia son María y Quino, dos sevillanos afincados en Edimburgo, Escocia. Ellos tenían claro que querían celebrar su boda en su tierra junto a sus familiares y amigos. Y así fue, llegó el gran día de la boda y se dieron el si quiero el pasado mes de Septiembre.
Pero su enlace no acabó aquí en Sevilla. Al tener sus corazones divididos entre Sevilla y Escocia, no podían dejar de pensar que querían hacer algo especial y diferente, algo que les llenara de felicidad. Así que decidieron renovar sus votos en el corazón de Escocia, en la montaña y rodeados de sus amigos.
Disfrutaron de una ceremonia intima en la montaña de Arthur’s Seat, en el corazón de Edimburgo. Allí en el medio de la naturaleza, acompañados del olor a la hierba, el viento e incluso algo de lluvia. Una renovación de votos que incluía una de los costumbres más antiguos de su país: el atado de manos.
Posteriormente comenzaron una aventura recorriendo diferentes lugares de Escocia y el primer destino fue Linlithgow Palace, un castillo del siglo XII que, aunque se encuentra derruido, es un edificio emblemático y muy peculiar, aunque lo que más nos gustó fue el impresionante lago que hay junto a él y la naturaleza que lo rodea.
En el segundo día, viajaron hasta los Highlands para disfrutar del increíble paraje natural de las montañas de Glencoe, un lugar fascinante donde el viento y el frio se hacen presente en cada foto. Solo hay que ver las fotos para entender que es un sitio mágico. De hecho, la próxima vez que regrese a Escocia (espero que sea en breve) este parque natural estará en el top de mi lista…
Y para terminar la sesión de postboda, se adentraron en los profundos bosques de Argyll and Bute, poniendo así el broche de oro a un viaje realmente fascinante. Os dejo con las magnificas fotos de Aida y Victor y espero de corazón que disfrutéis de este reportaje tanto como yo lo he hecho…