Una Boda Industrial ¡Con un Toque Londinense!

Hola a tod@s,

La boda que os comparto hoy es la de una compañera blogger: Virginia de Boda 2.0 y me hace mucha ilusión compartir su boda con vosotras ya que desde los inicios de este blog hicimos muy buenas migas y nos hemos seguidos desde siempre. ¡Cuatro años de amistad virtual! Espero que muy pronto tengamos la oportunidad de desvirtualizarnos.

La pareja protagonista de #migranbodaguiri se casaron en Madrid en septiembre de 2015. Y fue una gran boda guiri porque la novia, Virginia, es madrileña castiza, pero el novio, Liam, es de Birmingham (Reino Unido) y ambos vivían en Londres. No fue una boda al uso porque, para empezar, se celebró en una nave industrial al sur de Madrid, la ‘MojiNave’ del catering La Mojigata (un espacio único para eventos alternativos).

La entrada a la nave de por sí era espectacular: con un montacargas industrial, las iníciales de la pareja y figuritas de elefantes marcando el camino, todo diseño de Uxue Peñagaricano. La novia, maquillada por Beatriz Tudela MUA entró a la ceremonia del brazo de su padre con ‘Hey ho’ de The Lumineers sonando de fondo, vestida con un modelo de Vertize Gala, unos pendientes de aire vintage de López Linares y unos zapatos (¡azules!) de Menbur.

Para el altar se diseñó un skyline de los edificios más emblemáticos de Londres en cartón, un rincón de los más original (también obra de Uxue). Hubo damas de honor, palabras en inglés, divertidos discursos en castellano y pistolas de confeti al terminar la ceremonia (y la canción ‘I’m a believer’ de The Monkees).
El ramo de la novia y las damas de honor corrió a cargo de Vincapervinca y la novia añadió un toque de color único con unas rosas azules de madera de Rosasdemadera.org.

La comida, como no podía ser de otra manera, mezcló tapas y un puesto de fish & chips, quesos españoles, ibéricos y postres ingleses que hicieron las delicias de los más golosos. La Mojigata no perdió detalle de las recetas favoritas de la pareja y crearon también los menús en los colores de la boda: el naranja y el azul. Seguían además el diseño original de las invitaciones, de Robert Casals.
Y también naranjas eran las pajaritas que regalaron a los invitados, de la Fundación José Carreras, para concienciar sobre la necesidad de la donación de médula, algo que toca muy de cerca a la pareja.

El primer baile también fue una coreografía divertida, con el tema ‘Are you gonna be my girl?‘ de Jet, para esos momentos la novia se había deshecho de sus tacones y se había plantado las deportivas. Hubo sorpresas para los novios, para las damas de honor, los padrinos, risas, lágrimas de alegría, barra de licores artesanos y baile hasta que el cuerpo aguantó. Y todo ello está genial reflejado en las fotos de Anjana Guerras Photography  que podéis ver a continuación.

¿Te ha gustado esta boda o te has sentido identificada? ¡Coméntemelo con un comentario!